miércoles, septiembre 14, 2016

https://es-us.noticias.yahoo.com/milenios-tradición-sari-india-175738127.html?soc_src=social-sh&soc_trk=tw

Por María Lourdes Pallais. Colaboradora
Mysore, India, 12 Sep (Notimex).– Mientras en Occidente una secretaria, una profesional o una ama de casa se viste con falda y blusa para trabajar o ir a una comida, en India, su par envuelve su cuerpo en una tela rectangular sin costuras, que mide entre cinco y seis metros de largo por 1.2 de ancho, en colores vistosos.
El atuendo es el llamado saree, o sari, que la mujer india porta desde hace cinco milenios, mañana, tarde o noche, para ir al mercado, a una cita romántica o de negocios, a un salón de clases, como estudiante o profesora, o a una cena familiar o de etiqueta del brazo del padre, hermano o esposo.
“Es cómodo, elegante y una tradición nuestra que me encanta”, aseguró Davita, una joven profesora de inglés en la Universidad de Mysore -en el sur del país- que lo usa a diario para impartir sus clases. “Nunca me pongo ropa occidental. Prefiero nuestros sarees”, agrega con orgullo la candidata a doctora en letras de 28 años.
Usha, una exbailarina de 76 años, coincidió con Davita. “Este que llevo hoy no me lo pondría todos los días porque es especial, me lo regaló mi hermano hace 30 años, pero siempre me visto con un saree”.
“Tengo por lo menos 50 en mi closet. Y los lavo yo misma, con agua caliente y mucho cuidado”, cuenta Usha, abuela de varios que mantiene viva la tradición del sari desde su juventud.
La prenda luce mucho sin duda y hay sarees para casi todos los bolsillos. Desde los mas sencillos por menos de 15 dólares (crepe, polyester o chiffon) hasta los cargados de dibujos y representaciones de animales sagrados, que cuestan por lo menos mil dólares (seda pura o algodón con hilos con oro), que usan las actrices de Bollywood.
Aunque la extrema pobreza en India no es un secreto para nadie, el director de la cátedra de Inglés de la Universidad de Mysore, Ravichandra Chimttapalli, afirmó que las mujeres sin recursos ahorran com pueden para tener varios saris en sus closets.
“No hay mujer en India que no haya ahorrado alguna vez para comprar por lo menos dos o tres sarees”, insistió el catedrático originario de Mysore.
Otras, agregó un colega de Chimttapalli, que los reciben como regalos “del tío que la visitó de América, del hermano que trabaja en Bangalore o de la prima que se casó con un empresario”.
“Todas las mujeres en India tienen varios sarees en sus closets. No importa su casta o sector social”, sentenció el también profesor de inglés.
Los hombres también llevan el equivalente masculino del sari, que se llama dhoti o lungi, indicó el doctor Nanda Kumar, compositor y promotor cultural.
Pero aunque es frecuente ver a un varón con un dhoti, generalmente lo llevan los hombres mayores o los más jóvenes para festividades religiosas o en eventos formales.
“El origen del saree es milenario. Su primera representación pictórica la podemos encontrar en una sacerdotisa del Valle del Indo (hoy Pakistán) hace cinco milenios. Tomemos la palabra saree. Viene del vernáculo local seere, que significa entrelazar hilos para crear una tela con características especiales”, explicó el experto.
“Eventualmente esta palabra se convirtió en el nombre del atuendo que viste la mujer india”, dijo.
“Puede venir en dos partes o en una sola tela. Las mujeres tienen que aprender a darle la vuelta a la tela alrededor de su cuerpo para facilitar el movimiento, pero en todo caso debe cubrir todo el cuerpo y dejar libre del cuello para arriba”, agregó Kumar.
Pero el sari tradicional no es solo ropa. Los diferentes colores y diseños representan la región de cada persona. Los dibujos de elefantes simbolizan riqueza y buena suerte. Los del dios Ganesha, la fuerza que elimina obstáculos. El color rojo se asocia con la valentía y la vitalidad sexual. El blanco, con la pureza o el duelo.
En todo caso, vestir con un saree es una tradición que se mantiene viva en el paisaje rural y urbano más allá de las fronteras de este país asiático, incluyendo Pakistán, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Bután, Birmania y Malasia.


https://es-us.noticias.yahoo.com/milenios-tradición-sari-india-175738127.html?soc_src=social-sh&soc_trk=tw

Por María Lourdes Pallais. Colaboradora
Mysore, India, 12 Sep (Notimex).– Mientras en Occidente una secretaria, una profesional o una ama de casa se viste con falda y blusa para trabajar o ir a una comida, en India, su par envuelve su cuerpo en una tela rectangular sin costuras, que mide entre cinco y seis metros de largo por 1.2 de ancho, en colores vistosos.
El atuendo es el llamado saree, o sari, que la mujer india porta desde hace cinco milenios, mañana, tarde o noche, para ir al mercado, a una cita romántica o de negocios, a un salón de clases, como estudiante o profesora, o a una cena familiar o de etiqueta del brazo del padre, hermano o esposo.
“Es cómodo, elegante y una tradición nuestra que me encanta”, aseguró Davita, una joven profesora de inglés en la Universidad de Mysore -en el sur del país- que lo usa a diario para impartir sus clases. “Nunca me pongo ropa occidental. Prefiero nuestros sarees”, agrega con orgullo la candidata a doctora en letras de 28 años.
Usha, una exbailarina de 76 años, coincidió con Davita. “Este que llevo hoy no me lo pondría todos los días porque es especial, me lo regaló mi hermano hace 30 años, pero siempre me visto con un saree”.
“Tengo por lo menos 50 en mi closet. Y los lavo yo misma, con agua caliente y mucho cuidado”, cuenta Usha, abuela de varios que mantiene viva la tradición del sari desde su juventud.
La prenda luce mucho sin duda y hay sarees para casi todos los bolsillos. Desde los mas sencillos por menos de 15 dólares (crepe, polyester o chiffon) hasta los cargados de dibujos y representaciones de animales sagrados, que cuestan por lo menos mil dólares (seda pura o algodón con hilos con oro), que usan las actrices de Bollywood.
Aunque la extrema pobreza en India no es un secreto para nadie, el director de la cátedra de Inglés de la Universidad de Mysore, Ravichandra Chimttapalli, afirmó que las mujeres sin recursos ahorran com pueden para tener varios saris en sus closets.
“No hay mujer en India que no haya ahorrado alguna vez para comprar por lo menos dos o tres sarees”, insistió el catedrático originario de Mysore.
Otras, agregó un colega de Chimttapalli, que los reciben como regalos “del tío que la visitó de América, del hermano que trabaja en Bangalore o de la prima que se casó con un empresario”.
“Todas las mujeres en India tienen varios sarees en sus closets. No importa su casta o sector social”, sentenció el también profesor de inglés.
Los hombres también llevan el equivalente masculino del sari, que se llama dhoti o lungi, indicó el doctor Nanda Kumar, compositor y promotor cultural.
Pero aunque es frecuente ver a un varón con un dhoti, generalmente lo llevan los hombres mayores o los más jóvenes para festividades religiosas o en eventos formales.
“El origen del saree es milenario. Su primera representación pictórica la podemos encontrar en una sacerdotisa del Valle del Indo (hoy Pakistán) hace cinco milenios. Tomemos la palabra saree. Viene del vernáculo local seere, que significa entrelazar hilos para crear una tela con características especiales”, explicó el experto.
“Eventualmente esta palabra se convirtió en el nombre del atuendo que viste la mujer india”, dijo.
“Puede venir en dos partes o en una sola tela. Las mujeres tienen que aprender a darle la vuelta a la tela alrededor de su cuerpo para facilitar el movimiento, pero en todo caso debe cubrir todo el cuerpo y dejar libre del cuello para arriba”, agregó Kumar.
Pero el sari tradicional no es solo ropa. Los diferentes colores y diseños representan la región de cada persona. Los dibujos de elefantes simbolizan riqueza y buena suerte. Los del dios Ganesha, la fuerza que elimina obstáculos. El color rojo se asocia con la valentía y la vitalidad sexual. El blanco, con la pureza o el duelo.
En todo caso, vestir con un saree es una tradición que se mantiene viva en el paisaje rural y urbano más allá de las fronteras de este país asiático, incluyendo Pakistán, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Bután, Birmania y Malasia.