domingo, octubre 08, 2006

Libertad Lamarque, "una imagen falsa" de la madre





Libertad Lamarque, "una imagen falsa" de la madre: Palazón Mayoral

* Publica una antología "dialogada" de la estética definida por filósofos mexicanos

Por María Lourdes Pallais

México, 20 Sep (Notimex).- Ningún "buen" director de cine se atrevería a reproducir el estereotipo de "madre sufrida" que protagonizó Libertad Lamarque en la época de oro del cine mexicano de los años 40, sentencia la filósofa María Rosa Palazón Mayoral.

Pasaron a la historia los tiempos en que las progenitoras "lo tenían que aguantar todo y nunca levantaban la voz", papel que en varios filmes correspondió a "La Novia de América", asegura la también académica de la UNAM en entrevista con Notimex.

Y es que ese rol de resignación pasiva de la mujer que acepta el eterno sufrimiento como destino, encarnado en varias ocasiones por la diva argentina, era una "imagen falsa" porque cuando se sufre así, "se acumula gran cantidad de odio", y es inevitable rebelarse.

Además de que "ya no se vale" reducir a la madre moderna sólo a su enorme capacidad de entrega, una de las categorías del arte es la verdad "como coherencia", agrega la autora del libro "La estética en México. Siglo XX, Diálogos entre filósofos" (FCE).

Es la teoría que desarrolla su colega, la pensadora Ana María Martínez, en el ensayo "El abuso de las palabras: el melodrama y la madre" que la también investigadora cita en su reciente obra que reúne textos de varios filósofos mexicanos.

En la obra, una antología "dialogada" del trabajo de más de 100 hombres y unas 17 mujeres sobre la estética como rama de la filosofía, la académica busca cubrir todos los ángulos de esa disciplina como fueron desarrollados por los autores que seleccionó.

Su meta es "aclarar qué es la estética y la experiencia estética", tema que entró a la filosofía en el siglo XVIII y, en México, Antonio Caso institucionalizó en 1913, en seminarios que lo eternizaron porque, a decir de muchos "enamoraba a la gente".

Como lo reflejan los ensayos del libro de reciente publicación, la experiencia estética no es abstracta ni tiene que estar vinculada a estímulos artísticos: la vivimos cuando "decimos esto es bello, esto es feo, esto es agradable, esto me atrae", explica.

El tema es uno de muchos que aborda la antología. Otros son el gusto ("nadie haría pareja nunca con otra persona que tiene el gusto opuesto a uno"), el humor ("estamos esperando la gran novela del humor femenino") y el trabajo como experiencia lúdica.

En la charla con Notimex en su diminuta oficina de la UNAM, a la pregunta de si existe una estética femenina y otra masculina, Palazón Mayoral, una mujer de mirada soñadora y lenguaje corporal expresivo, contesta:

"Antes de pensar si hay una estética de género, tenemos que seguir en la batalla por la igualdad y la diferencia, porque somos diferentes en muchas cosas a los hombres y eso también se tiene que tomar en cuenta".

Así como hay similitudes y discrepancias entre el hombre y la mujer, hay disciplinas que han sido tradicionalmente consideradas "masculinas", como la filosofía, por ejemplo, alega la también integrante del Sistema Nacional de Investigadores.

"Yo empecé un poco sola" como filósofa en México, cuenta la ahora doctora por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, quien agrega que hace 30 años, ella junto con sus colegas Silvia Durán y Rosa Krauze eran "como un juguete hecho de patitos feos".

Esta última, sin embargo, abordó un tema "difícil" que hasta ahora ningún pensador mexicano ha investigado: "la filosofía analítica sobre personajes ficticios", abunda la autora de "Filosofía de la Historia, Reflexiones sobre Estética a partir de André Bretón".

Optimista, la maestra concluye que si bien es cierto que en el siglo XX fueron pocas las mexicanas que se dedicaron a estudiar la filosofía como profesión y especializarse en la estética, "serán muchas en el siglo XXI".

Sigue activo Cupido en Internet





Sigue activo Cupido en Internet

*Después de seis años de navegar y chatear, MARA encontró su media naranja.

México, 4 Oct (Notimex).- Si en el anonimato cibernético fracasó el supuesto romance entre Carlos de Inglaterra y Britney Spears, el "cuento de hadas" de MARA, una mexicana de 53 años y "Speedy", un británico de 70, es el botón de muestra: Cupido vive en Internet.

Es cierto que el ritmo del "ciberamor" ha caído de manera notable desde su boom hace seis años, y que muchas cibernautas conectadas a estos sitios se quedaron solas con una larga y triste lista de encuentros decepcionantes y citas fallidas.



Pero si las mujeres que buscan pareja o amigos en sitios web tienen la suerte de MARA, detectan y evitan aquellos que sólo buscan "cibersex" y logran que potenciales galanes caigan en mentiras y falsedades, no es remoto que encuentren su media naranja en Internet.

Le tomó seis años, pero la duranguense navegó siempre con prudencia, astucia y cuidado, hasta lograr su objetivo.

En los chats acostumbraba visitar la "sala" general, sin irse a "privado". Así, aprendió a leer entre líneas y fue "conociendo a las personas por su escritura, sus horrores ortográficos", hasta identificarlos incluso cuando cambiaban de alias.

Abrió un correo especial para sus comunicaciones con las más de 300 personas que conoció y siguió al pie de la letra las reglas de "Internet Dating Safety", que alerta sobre los peligros de las relaciones online e insta a no revelar sus datos de manera prematura.

Desde Durango, primero organizó reuniones a distancia con grupos de chats y, cuando logró un nivel de confianza razonable, en por lo menos seis ocasiones antes de conocer a "Speedy", MARA asistió a reuniones en lugares públicos, una vez acompañada por uno sus hijos.

"Organicé citas a distancia en México, y participé en reuniones en Guadalajara y Monterrey, donde conocí gente lindísima, pero sólo 10 saben mi nombre, que soy de Durango y que tengo dos hijos", cuenta en correo electrónico desde su nueva residencia en Inglaterra.

A pesar de los peligros, "es muy fácil encontrar pareja o amistades en Internet", especialmente para mujeres separadas con hijos que no salen de casa, para las que carecen de recursos para organizar reuniones sociales o las "desatendidas" por sus parejas.

Además, en sus palabras, "los que estamos en el ciberespacio tenemos carencias o necesidades similares, es decir, necesidad de afecto, de atención, de un cómplice a quien le puedas contar lo que te pasa sin temor a que lo divulgue pues eres anónima".

Y es que "sólo basta con teclear", sostiene la ex cibernauta que tuvo dos relaciones antes de encontrar a "Speedy". La primera, con su ex marido, duró 28 años. "No necesariamente tiene uno que estar divorciado para estar solo", explica ahora.

Meses después de una complicada separación matrimonial, cuando apenas se iniciaba en el mundo cibernético, tuvo una segunda relación, su primer y último "ciberfracaso".

El navegante era un británico alto, de profundos ojos azules y cabello completamente blanco cuyos hijos vivían en Estados Unidos. MARA accedió recibirlo en Durango donde se instaló para conocerla mejor.

El romance duró escasos meses. No era precisamente la relación más prometedora. El casi no hablaba español y ella, poco inglés.

"Se enojaba a cada rato, agarraba sus maletas y se regresaba a Estados Unidos con sus hijos; era muy violento, dominante, colérico. Un día decidimos que todo terminaba", narra MARA, quien confiesa que cuando inició sus visitas al "ciberamor" no sabía computación.

Ahora, aunque mantiene algunas amistades de sus años en los que ese mundo de Internet consumía su tiempo, dejó de frecuentar los chats. Está profundamente enamorada de "Speedy", a quien conoció en uno de tantos sitios donde elaboró un perfil y subió fotos.

Recuerda que cuando leyó los datos de quien ahora es su compañero de vida, primero se dijo: "Este hombre no me gusta pues dice que disfruta mucho el vino, debe ser un alcohólico".

El se sintió atraído por el perfil de MARA y le mandó tres mensajes. Ella reaccionó con el título del último: "Por favor". Sintió "un vuelco en el corazón" porque "Speedy", un ingeniero británico separado, con cuatro hijos casados, hablaba español.

Pronto, el potencial galán viajó hasta Durango para conocer a su Dulcinea. La pareja convivió en el estado norteño desde enero hasta abril de este año, fecha en que se mudó a Inglaterra, donde ahora vive lo que MARA define como "un cuento de hadas".

A "Speedy", "un hombre maravilloso" la ha unido "la similitud en necesidades". Para él, la relación con MARA es "su última oportunidad para ser feliz" y ella sostiene que "al fin encontré a un hombre para compartirlo todo".

"Soy muy feliz y afortunada. La felicidad existe dentro de uno mismo, el problema es que no tenemos con quien sacarla a flote," asegura MARA, quien no se considera "una aventurera" sino una mujer que "ha luchado por tener compañía para siempre", cosa que ya logró.

Júpiter Research, una empresa de investigación, asegura que la industria online del chat y los sitios de citas cibernéticas sólo creció 9 por ciento el año pasado hasta alcanzar 516 millones de dólares, cifra que palidece ante los miles de millones del año 2000.

También es un hecho que la actividad roba tiempo, que la navegante tiene que distinguir los fraudes y los maridos infieles de las almas con buenas intenciones, además de seguir al pie de la letra un código de conducta que aconseja el anonimato, entre otras cosas.

Según MarketWatch, este año dos de cada cinco solteros en Estados Unidos buscan pareja en Internet. Y Meetic, el sitio de encuentros más popular en Francia, mantiene 11 millones de suscriptores, cifra que tenía a principios de siglo en ese país.

En México, no existen datos para medir la popularidad de la industria de Cupido en Internet. Pero hace seis meses, después de seis años de navegar de manera regular en busca del compañero ideal, al menos MARA encontró su media naranja.